Definir el tamaño de cada arreglo como una constante simbólica
hace a los programas más dimensionables.
Es posible pasar un arreglo por valor utilizando una triquiñuela
sencilla.
El calificador de tipo const puede ser aplicado a un parámetro
de arreglo en una definición de función, para impedir
que en el cuerpo de la función el arreglo original sea modificado.
Este es otro ejemplo del principio del mínimo privilegio.
Las funciones no deben tener, ni se les dar , capacidad de
modificar un arreglo, a menos de que sea en lo absoluto necesario.
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